El Tiempo Es Oro y Quien Lo Desperdicia Es Un Bobo

«Mirad, pues, con diligencia como andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos» Efe.5:15b-16

Recientemente, tomé una clase de Macro Economía, fue interesante porque entendí la imagen completa de como funciona la economía en un país. Dos términos que llamaron mi atención fueron Escasez y Costo de la Oportunidad. Escasez es la disponibilidad limitada de algo con demanda, por ejemplo, el papel de baño cuando la pandemia comenzó. Costo de la Oportunidad es la opción que declinamos cuando elegimos ir con otra opción, por ejemplo, pizza es un Costo de la Oportunidad cuando decidimos optar por comida China.

Pensando en estos significados, me di cuenta que una forma de aprovechar toda oportunidad es administrando nuestros recursos. Los recursos humanos son limitados, y uno de nuestros mayores y más demandados recursos es el Tiempo. Todo demanda nuestro tiempo: Nuestros estudios, trabajos, hijos, padres, parejas, amigos, entretenimiento,y hasta nuestra necesidad de comer y de dormir.

Es importante entender, que debido a nuestro tiempo limitado, cuando elegimos algo, estamos abandonando algo más, así que, necesitamos ser muy cuidadosos acerca de como pasamos nuestro tiempo, siendo prudentes con nuestros horarios. Desde el minuto que abrimos los ojos, nos enfrentamos a numerosas situaciones en que debemos planificacar nuestro tiempo, e impactarán nuestras vidas aún en las formas más pequeñas: ¿Biblia o Instagram? ¿Tarea o ir de compras? ¿Grupo de estudio bíblico o Netflix? ¿Familia o distracciones? Con cada decisión que tomamos, rechazamos la otra.

Con razón el viejo dicho, «el tiempo es oro y quien lo desperdicia es un bobo»

Pablo nos exhorta a vivir como sabios no como necios. Es difícil algunas veces saber en que dirección ir, en esos casos, necesitamos recordar que la Biblia dice que la sabiduría empieza con el temor a Dios. Prov. 1:7

Si estas luchando hoy acerca de cómo invertir tu tiempo o atravesar la temporada presente, la primera decisión que debes tomar es pasar tiempo con el Señor, mientras lo haces, Él te dará sabiduría y libertad para tomar las demás decisiones, una a la vez. Él no quiere que estés abrumada, solo quiere que descanses en Él.

Dios nos ha colocado aquí con un propósito por alcanzar, y una de las maneras de hacerlo es removiendo toda distracción y siendo disciplinados acerca de aprovechar nuestro tiempo al máximo. En algunas situaciones es tan simple como tomar 5 minutos para ir a nuestra habitación en tranquilidad para recargar y poder atender a nuestros hijos; o tal ves no tomando esa clase con extra créditos porque resultaría en mucho estrés y causaría daño en nuestras relaciones.

Organizar nuestras agendas durante una temporada no tiene que ver con hacer mucho, algunas veces tiene que ver con hacer menos para poder escuchar la voz de Dios, aprender a ser agradecidos, y ser una bendición para los demás.

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