«¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?»
«Como el siervo brama por las corrientes de las aguas, Así brama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuando vendré, y me presentaré delante de Dios?» Salmo 42: 1-2
Fue una conversación muy acalorada, él retaba y cuestionaba todo lo que yo decía, ¡que desafío! Uno de nuestros temas fue acerca del tiempo de devocional del Cristiano. Yo empecé argumentando que es esencial para el crecimiento Cristiano leer la Biblia y orar (en mi mente así es que veo que empieza una relacion con Dios). Él argumentaba que eso no necesariamente fuese efectivo, porque si el acto de leer la Biblia es sólo un compromiso que debemos tachar de nuestra lista de quehaceres no es algo genuino.
Luego de él exponer su punto de vista, y yo, al mismo tiempo, pidiéndole al Padre que me ayudara a entender qué era lo que él quería expresar -no es fácil para mí recibir críticas- comprendí que aunque tenía un concepto muy claro en mi mente, tal ves debía repasar la teología que enseño en mi clase de escuela dominical y en mis grupos de estudio.
Cuando hablo de que un Cristiano debe tener su tiempo de devocional con Dios todos los días, refiriéndome a que debe de tener un tiempo aparte específico de leer la Biblia y orar a Dios, no me refiero algo que debe estar en nuestra lista de quehaceres y hacemos sólo por tacharlo.
Aunque la palabra devocional tal ves no aparezca en la Biblia per se, la definición de devocional sí. Según el diccionario, significa «prontitud con que se está dispuesto a dar culto a Dios y hacer Su santa voluntad». En otras palabras, devocional es el tiempo en que adoramos a Dios.
Si bien es cierto que debemos adorar a Dios durante todo el día en nuestra mente mientras trabajamos, estudiamos, nos ejercitamos o cuidamos los niños, ¿no sería también un acto de adoración esencial el sacar un tiempo en específico (ya sea 20-30 mins o una hora de acuerdo a nuestra disponibilidad) reservado para Él porque entendemos que es lo primordial en nuestras vidas y que nuestro día no ha servido su propósito si no venimos en silencio y sin distracciones a escucharle y hablar con Él?
No es una actitud de que tengo que hacerlo, es uno actitud de que deseo hacerlo como es el deseo del salmista en Salmo 42:1-2: «¿Cuándo al fin vendré delante de tu presencia?» Ese debería ser el añoro y la pregunta del Cristiano durante todo el día.
La palabra devocional también es sinónimo de amistad, es decir, que también podría verse como poner en práctica una relación de amistad. Cuando una amistad es verdadera, ¿no somos intencionales acerca de hacer citas y juntarnos para pasar el tiempo? No es algo que agendamos por deber, si no, por placer y por disfrute de esa intimidad.
El hecho de que muchos han tomado el tiempo de «devocional con Dios» y lo han convertido en una tarea sin disfrute más, como ir al súper o lavar la ropa, no significa que el término carezca de válidez e importancia. Después de todo: » [Dios] me mostrará la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre». Sal.16:11
Oh Padre amado, que mi alma siempre tenga sed de ti, del Dios vivo. Que mi pregunta siempre sea, ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de ti?
Acerca de la autora: Anyeline es la madre de uno, amante de Jesus, y disfruta una buena taza de cafe. Es originalmente de la Republica Dominicana, pero ahora es una orgullosa ciudadana Americana. Si visitan nuestra iglesia, la encontraran enseñando nuestra clase de jovenes adultas o ayudando en el misnisterio de niños. Ella siempre tiene una sonrisa y un saludo calido para amigos y extraños tambien.