¿Puede un equipo ganar si no practican juntos antes de un juego?

«Por tanto, dejara el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.» Gen. 2:24

En mí país se juega mucho el baseball, es nuestro deporte nacional. Cuando era pequeña recuerdo sentarme en familia y disfrutar los juegos. Equipos jugando contra otros, y el que se desempeña mejor, gana. No sé mucho acerca de deportes, pero sí sé que para un equipo poder ser bueno debe entrenar mucho. Debe conocer a su competencia, pero también los integrantes de un equipo deben aprender a jugar juntos y tener una misma meta: ganar.

No importa que tan bueno sea cada integrante de manera individual, si no aprenden a coordinar sus movimientos y jugadas como equipo no habrá una armonía entre ellos, llevándolos al fracaso.

Meditando en este tema, me pusé a pensar en el matrimonio. Aunque no soy casada, las Escrituras tienen una clara definición de lo que debe ser un matrimonio: Ser una sola carne. En otras palabras un equipo.

Lo que me sorprende es que a pesar de que un matrimonio es un equipo, muchos no se preparan como tal. En estos tiempos tan ocupados y de tantas distracciones, las parejas no parecen encontrar tiempo (y ser intencionales) para estar con Dios en oración juntos. Es como si no recordaran que estamos en guerra y «Satanás anda como león rugiente buscando a quien devorar.»

Lamentablemente, muchos matrimonios son presas perfectas para satanás porque no vienen delante de Dios unidos consistentemente, así que el día que satanás decide atacarlos ellos caen. Por su falta de devocionales juntos, en vez de ser capaces de identificar al enemigo, lo que sucede es que se culpan el uno al otro y entre ellos son considerados sus propios enemigos.

Muchos pensaran que esto es puro legalismo o exageración, pero según la Biblia hay gran poder en venir delante de Dios unidos: «Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieran de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieran, les sera hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo [Jesús] en medio de ellos.» Mat 18:19-20

También, el tiempo de devocional de pareja es que Dios utiliza para trabajar y transformar sus corazones con Su Palabra: «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de doble filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyonturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones de corazón.» Heb. 4:12

 Si estas luchando en tu matrimonio hoy, si sientes que estas en constante lucha contra tu pareja puede ser la falta que tienen de «practicar unidos», la falta de venir juntos en una misma carne delante de Dios para poder coordinar sus acciones antes de los ataques de satanás.

Te invito hoy a que vengan unidos delante de Dios, que confiesen su pecado y que inicien el hábito de buscar el rostro de Dios en equipo.

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