Anímate a la Gratitud, Elimina la Amargura: 5 Características de Una Vida Amargada y Cómo Alterarla.
La semana pasada escribí un post acerca de lo que dice la Biblia de la amargura, y de lo sabio que es como Cristianos, reemplazar esa amargura con agradecimiento. A raíz de ese post hoy quiero enfocarme en las características de la persona con amargura en su vida. Y como estas características afectan su gratitud.
El pasaje que utilizaré hoy esta en el libro de Ruth capítulo uno. Por temas de espacio no contaré la historia entera pero si les recomiendo que la lean cuando les sea posible.
El contexto aquí es que luego de la muerte del esposo y los dos hijos de Noemí, ella y sus nueras deciden salir de Moab e ir a Belén busca de comida debido a una hambruna que hay en la tierra. Destrozada y abatida, Nohemi le dice a sus nueras que se regresen a su tierra porque ella no tiene que darles. Ellas son jóvenes y tienen un futuro todavía, pero según Noemí, ya ella no tiene nada. Una de las nueras Orfa, decide regresarse pero la otra, Ruth, decide no apartarse y seguir en el camino con ella.
Al leer la historia entera me di cuenta que Noemí es la representación perfecta de una persona que conoce a Dios, y aun asi vive en amargura. Al punto tal, que ella decide cambiar su nombre a «amarga». Noemí experimento sentimientos de dolor y sufrimiento muy justificables, pero lamentablemente, ella no supo manejar esos sentimientos a traves del filtro de Dios. Ella no pudo encontrar gratitud en medio del dolor.
Características de una persona con amargura:
1) Nunca sienten gratitud. Son prontas a fijarse en lo malo que les ha sucedido sin detenerse a meditar en lo bueno que tienen en sus vidas. «Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías.» vs. 20.
Noemí fue pronta a señalar todo lo que tuvo y perdió, pero no reconoció que Ruth había regresado con ella aun cuando no tenía que hacerlo. Nohemí no se detuvo a expresar gratitud.
2) No quieren aceptar la compañía o ayuda que le ofrecen los demás. «Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre.» vs.8
Noemí estaba alejando de ella las dos únicas personas que querían estar a su lado en sus momentos difíciles. No mostró gratitud a la ayuda que le estaban brindando.
3) Alejan a las demás personas de los caminos de Dios. «Volveos, hijas mías; para qué habéis de ir conmigo?» vs.11
A pesar de Noemí conocer a Dios, y haber experimentado las bendiciones de Él en el pasado, debido a la amargura que había en su corazón, era incapaz de irradiar gratitud y animar a otros a seguir en el camino de Dios.
4) Se consideran víctimas. «No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.» vs.13
Las personas que se consideran víctimas asumen una posición de lástima, y también son pasivas. Entienden que ellos no pueden tomar control de la situación. Todo lo que sucede es en contra de ellos y esto impide que puedan desarrollar una actitud de gratitud.
5) Basan su identidad en las circumstancias y no en el Dios que sirven. «No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.» vs. 20
Mara significa amargura. Nohemí decidió basar su identidad en lo que estaba sintiendo, y a pesar de que pudo reconocer que Dios es el Todopoderoso, dudó de la fidelidad de Dios hacia ella. Cuando dudamos de la fidelidad de una persona hacia nosotros, se nos hace díficil tener una actitud de gratitud hacia ellos.
Como ven, estas características nos llevan a vivir una vida de amargura y nos impiden vivir una vida llena de gozo y gratitud.
Un giro diferente…
Si crees que puedes estar viviendo una vida de amargura, te tengo una excelente noticia. Al Todopoderoso le encantan las situaciones difíciles para poder traer gloria a Su nombre. La actitud de amargura e ingratitud no fue lo que marcó el final de la historia de Noemi. Dios utilizó circumstancias y personas alrededor para recordarle lo mucho que Él la amaba, y restablecer su gozo y gratitud.
Al final, su historia fue muy diferente a como inició: «Y las mujeres decían a Noemí: Alabado sea Jehová, que hizo que no te faltare pariente(…) pues tu nuera que te ama te ha dado un hijo (…) y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y cuido de él.» 4:14-16
Se que es díficil tomar control de nuestras vidas algunas veces y salir de ese estado de amargura. Pero no es algo que tiene que suceder en un solo día. Empieza a dar un paso a la vez en la dirección correcta.
Te reto hoy a que pienses en una razón que te cause amargura, y pienses en algo bueno que haya salido de esa situación, y da las gracias por ello. Si somos intencionales, siempre encontraremos razones para cultivar una actitud de gratitud. Dejemos que Dios escriba nuestra historia, al final puede tener un giro diferente también.