Accepta El Regalo De La Gracia: 3 Tips En Cómo Aplicar La Gracia
«Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.» Heb. 4:16
Hace dos semanas en mi grupo de estudio bíblico, estábamos estudiando el concepto de la Gracia. Algunas de las señoras confesaron que no lo entendían, mucho menos sabían que había diferentes tipos de Gracia.
Existen tres tipos de Gracia.
Salvadora: La que te permite venir a Dios para salvación. Efe. 2:8
Santificadora: La que te ayuda en tu crecimiento espíritual. Rom. 6:14
Para sufrimiento: La que the ayuda en el medio de tu sufrimiento. 2 Co. 12:9
Hoy quiero hablar de la Santificadora. Significa: » Asistencia divina inmerecida dada por Dios a los humanos para su regeneracion o santificacion (o crecimiento espiritual)»Merrian- Webster. Así que aunque tenemos responsabilidad en nuestro crecimiento espíritual, no lo estamos haciendo en nuestra propia fuerza y habilidad – tenemos el favor de Dios para sostenernos, guiarnos y liberarnos.
Debemos estar agradecidos de la Gracia de Dios hacia nosotros
Mientras continuamos el tema de Agradecimiento este mes, me sentí guiada a hablar de la Gracia. Por ella, no necesitamos temer de que no tenemos lo que se necesita para crecer espíritualmente, ni debemos andar en puntillas sobre nuestros pies preocupándonons de que arruinaremos todo.
Esta nos ayuda a vivir libremente. Nos ayuda a vivir vidas hermosas y cortar con el ciclo de la verguenza y la culpa porque entendemos que somos humanos y que no podemos caminar la vida Cristiana sin la ayuda de Dios. No se trata de depender de nosotros, sino, de cuanto dependemos de Dios.
Acceptando que nuestro crecimiento espíritual se trata de confiar en Dios, debería eliminar una gran carga de nuestras vidas; debería hacernos más sensibles hacia los demás porque nos damos cuenta que ellos necesitan Gracia también; y debería hacernos cambiar el foco de nosotros a Dios – Él es quien nos da el poder para vivir mejores vidas Cristianas.
La Gracia no es algo que merecemos o ganamos, es inmerecida
La idea de la Gracia no es tratar de comprarla con buenas obras, sino que por ella queremos tener vidas que rebosen con buenas obras. Cuando podemos entender que no la merecemos, y aun así la tenemos, podemos dejar de condenarnos por nuestros errores y esto hace espacio para que sirvamos y cuidemos de otros mejor.
Cuando la recibimos como un regalo nos quita la presión. Acceptamos que sería imposible para nosotros vivir vidas perfectas – y que Dios nunca quiso que fuera así. Esto nos permite vivir vidas auténticas porque en vez de invertir toda nuestra energía en perfección y condenación, la invertimos en descubrir quién Dios nos ha llamado a ser. Mientras vamos por este camino de descubrimiento, también aprendemos a reírnos de nosotros mismos y a disfrutar la vida más.
Gracia Puesta En Acción
Luego de entender y recibir la Gracia en nuestras vidas, es importante darnos cuenta que más que un término religioso es uno con muchas aplicaciones.
Cuando nos sentimos frustrados de que seguimos luchando con el mismo pecado a través de los años – orgullo, indulgencia con la comida, gastando de más – necesitamos aplicarla a nuestras vidas parando de ser tan críticas con nosotras – pensando que somos un fracaso y que nunca cambiaremos. Necesitamos acceptar que, aunque queremos obedecer a Dios, todavía vivimos en un mundo caído con deseos carnales.
Cuando pensamos que no estamos haciendo ningún progreso en nuestro crecimiento espíritual, apliquemosla a nuestras vidas al no compararnos con los demás. Es dañino si empezamos a mirar el progreso de otras personas, mejor, miremos atrás y miremos donde comenzamos. Si estamos por lo menos cinco porciento mejor que hace tres meses, celebrémoslo y disfrutémoslo.
Cuando nos sentimos condenadas a ir por el mismo camino pecaminoso cada vez, «acerquémonos con toda confianza al trono de la Gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.» Heb. 4:16. Dios nunca nos prepara para el fracaso. Como un Buen Padre, siempre está animándonos, y esperando que llamemos para su ayuda y favor.
La Gracia es un regalo, recíbela hoy!
PD: Si quieres saber más de los otros tipos de Gracia, puede encontrar más buen contenido en En Buca De Él por Nancy Demoss Wolgemuth, consíguelo en Aviva Nuestros Corazones.
Acerca de la autora: Anyeline es la madre de uno, amante de Jesus, y disfruta una buena taza de cafe. Es originalmente de la Republica Dominicana, pero ahora es una orgullosa ciudadana Americana. Si visitan nuestra iglesia, la encontraran enseñando nuestra clase de jovenes adultas o ayudando en el misnisterio de niños. Ella siempre tiene una sonrisa y un saludo calido para amigos y extraños tambien.